................. | MISTERIOSOS FENÓMENOS LUMINOSOS EN NEUQUÉN Oscar A. Uriondo Durante el año 1968, se produjo en la Argentina una de las más importantes oleadas OVNI del hemisferio meridional, la cual alcanzó su clímax en el período invernal, en los meses de julio y agosto, principalmente. Esta excepcional actividad tuvo una amplísima resonancia periodística, hasta tal punto que bien pudo llegar a sospecharse que el inusitado aumento en la generación de informes se debía solamente a un fenómeno de índole sociológica, desencadenando y sostenido luego por los medios de prensa, sin correlato objetivo alguno. Sin embargo, se ignoraba entonces que varios meses antes, a comienzos del año 1968, había tenido lugar una verdadera micro-oleada, cuya existencia sólo fue conocida en algunos medios castrenses. Testigos de esta nutrida serie de avistamientos, inéditos en su totalidad, fueron miembros de la Gendarmería Nacional ( un cuerpo militar para la vigilancia de las fronteras ), cuyos informes de carácter oficial, elevados a sus superiores jerárquicos constituyen hoy una valiosa fuente documental*. Los incidentes aludidos ocurrieron en el extremo nordoccidental de la provincia de Neuquén, en una zona montañosa, con terreno abrupto y en parte inaccesible. Avistamientos tipo 1 en Pichi Neuquén El 28 de diciembre de 1967, a las 20:00, una potente luz de color blanco sobrevoló el edificio donde tiene su sede la Sección Pichi Neuquén, de la Gendarmería, para asentarse luego en la parte media del cerro distante unos 3 ó 4 kilómetros, en dirección al sud-oeste. En el momento de la aparición del fenómeno se hallaban presentes el subalférez Carlos Rodolfo Michaux, el sargento ayudante Manuel José Ramos, el sargento Oscar M. Aguilera, el caba primero Gualberto Ginez, los cabos Ángel Cutiérrez y Antonio Lorenzatto y el gendarme Gregorio Riquelme. En los días subsiguientes en fenómeno luminoso similar se manifestó en la misma zona, variando su horario de aparición entre las 22 y 22:55. En estos casos, el color de su luminosidad se modificaba, pasando del rojo intenso hasta llegar al blanco. Casi un mes después, el 23 de enero, a las 22:30, el personal de la misma Subunidad fue testigo de otro fenómeno de extrañas características. Esta vez las manifestaciones lumínicas fueron percibidas también por el comandante principal Juan B. Farías, el cabo primero Carlos B. Leguiza y el gendarme Ramón N. Penros. Las descripciones coinciden en lo fundamental: una luminosidad desconocida visualizada como un resplandor potente, de gran tamaño y tonalidades cambiantes, inmóvil al pie del cerro El Funicular, localizado a unos 3.000 ó 4.000 metros de las instalaciones de la sección Pichi Neuquén. Al efectuarse disparos al aire con la intención de provocar alguna reacción por parte del fenómeno, éste desapareció, surgiendo en el sitio donde se encontraba y por brevísimos instantes una luz rojiza. Uno de los espectadores, el sargento ayudante Ramos, informó que en la noche siguiente se repitió el fenómeno y que con anterioridad, había observado resplandores semejantes en 15 ó 20 oportunidades, desde diciembre de 1967, sobre el cerro mencionado y otros de la zona. En una ocasión, por la noche, una bola rojiza incandescente se desplazó a gran velocidad y baja altura sobre el cuartel, deslumbrando a los testigos y dejando una trayectoria llameante, para posarse aparentemente en la ladera del cerro antes referido. Coincidentemente, el mismo 23 de enero, a las 00:45, a unos 140 kilómetros más al sur de Pichi Neuquén, en las Termas de Copahue, un objeto luminoso no identificado fue avistado por un grupo de personas, entre las que se encontraban varios miembros del Ejército argentino. El objeto se asentó en una cumbre próxima a esa localidad y allí permaneció durante 3 horas, para alejarse por fin a gran velocidad y emitir ningún ruido. En el lugar del aterrizaje, una inspección posterior comprobó que las malezas en un amplio diámetro de 180 metros. La noticia fue publicada por la prensa argentina, entre ellos LA VOZ DEL INTERIOR, de Córdoba y LA RAZÓN, de Buenos Aires. Los fenómenos antes descritos sucedieron casi siempre durante la noche; sin embargo, algunos de ellos tuvieron lugar en horas tempranas, con luz natural. Por ejemplo, el 30 de enero, a las 17:00, el sargento primero Juan de la Cruz Gómez, que se hallaba en la puerta principal de acceso a la subunidad de Pichi Neuquén, vio, posado sobre la ladera del cerro Las Yeguas-a unos 3 kilómetros de distancia-un extraño fenómeno luminoso, de conformación circular, de un metro de diámetro, y color amarillo anaranjado. Su reflejo sobresalía a la luz solar. La duración del avistaje fue de 30 segundos aproximadamente, y su desaparición se produjo en el mismo sitio y en forma instantánea. OVNIS
EN CHOS MALAL PROBABLES
EFECTOS ELECTROMAGNÉTICOS * Expresamos aquí nuestro reconocimiento al licenciado Antonio N. Baragiola, uno de los más serios y eficientes investigadores ufológicos de nuestro país, autor de la primera tesis universitaria sobre OVNIS presentada en la Argentina, quien nos remitiera hace ya unos años la serie de informes que ahora damos a conocer. Dado el tiempo transcurrido desde los sucesos relatados, consideramos que no existen hoy impedimentos válidos para su publicación.
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MAYO
2002 |
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Nota
El presente trabajo ha sido realizado tiempo atrás por uno de los más destacados ufólogos de Argentina, nos referimos a Oscar Uriondo quien ha dado lo mejor de su capacidad de trabajo para ahondar, ordenar, deducir y sacar a la luz un profuso e importante material Ovni. Gracias a su continuidad y conducta la ovnilogía local se ha engrandecido con su aporte, acaso una demostración cabal y ejemplificadora de responsabilidad y compromiso con la temática que nos ocupa. En tiempos donde hay una excesiva licencia para el facilísimo y la tinta fácil, el Dr. Uriondo vuelve a marcar el camino correcto, el de la seriedad, el de la documentación y el del objetivo claro: llegar a la verdad sobre el misterio más apasionante de todos los tiempos.
Oscar Uriondo ha publicado numerosos artículos en Gaceta OVNI que se pueden leer en